Viajar ha sido una actividad muy complicada o imposible en los últimos 15 meses, pero ahora se acercan unas merecidas vacaciones que tod@s estamos esperando. Los planes de viaje se multiplican, pero es necesario tomar una serie de precauciones para disfrutar de un verano seguro en pandemia.
Aunque la incidencia de la COVID-19 ha disminuido y nos encontramos en un situación de vacunación cada vez más avanzada, las restricciones contra la propagación del coronavirus seguirán presentes en mayor o menor medida durante todo este verano. Ten en cuenta que a día de hoy no existe evidencia de que el calor evite el contagio de la COVID-19, así que habrás de seguir protegiéndote a ti mismo y a los demás.
La mascarilla, que hace unos días dejó de ser obligatoria en nuestro pais en espacios exteriores en determinadas situaciones, y el gel hidroalcohólico seguirán siendo dos elementos indispensables en nuestro equipaje. El lavado constante de manos con agua y jabón se mantiene como una medida imprescindible de protección frente a la COVID-19 allá donde vayamos.
Si decides viajar a un país extranjero, te recomendamos comprobar los requisitos de control sanitario del país al que viajarás. Infórmate antes de viajar de las posibles restricciones en tu lugar de destino para evitar sorpresas de última hora. Ya puedes solicitar el certificado conocido como ‘Pasaporte Covid‘ para poder viajar, disponible en formato digital y en papel.
Recuerda que no debes viajar si has sido diagnosticado de covid-19, si tienes síntomas compatibles, o si has tenido contacto estrecho con un caso confirmado de covid-19.
Al margen de las medidas especiales por la situación sanitaria, las altas temperaturas afectan la salud de muchas personas, en particular las personas mayores, los niños, los trabajadores al aire libre o los enfermos crónicos. El calor puede provocar golpes de calor, pudiendo agravar patologías como enfermedades cardiovasculares o respiratorias. Los efectos negativos para la salud provocados por las altas temperaturas pueden prevenirse en gran medida, por lo que además de protegerse de la COVID-19, será igual de importante resguardarse del sol. Vayas donde vayas, si vas a pasar muchas horas al aire libre, recuerda la importancia de protegerte de las radiaciones solares aplicando protección y buscando las sombra. Bebe agua en abundancia para mantenerte hidratado en los días más calurosos y cuando los rayos del sol sean más intensos.
Recomendaciones para unas vacaciones seguras
A pesar de la situación sanitaria, tomando una serie de precauciones podrás disfrutar con salud de unas vacaciones que aún estarán marcadas por las medidas de prevención contra la COVID-19. Cuántas más tomes, ¡mejor será tu salud y por tanto tu verano!
- Protégete frente a la COVID-19 también en vacaciones. Viajes donde viajes, no te relajes respecto al cumplimiento de las medidas de prevención. La emergencia sanitaria sigue siendo una realidad que obliga a cuidar la distancia social, el uso de mascarillas en las situaciones requeridas o de riesgo, y la higiene de manos extrema
- Busca lugares abiertos, ya que en los lugares cerrados hay una mayor facilidad de transmisión del virus. Y si acudes a playas o piscinas y lugares públicos, infórmate atentamente y respeta siempre los aforos y las normas establecidas.
- Aún seguiremos usando la mascarilla en lugares cerrados y en algunas situaciones al aire libre. La mascarilla puede aumentar la sudoración, la sensación de calor y los riesgos que comporta. Procura secar regularmente el sudor de tu rostro para evitar que se humedezca, y cámbiala más a menudo y cuando veas que está deteriorada aunque no haya cumplido las horas de su vida útil.
- Recuerda beber frecuentemente para mantener tu organismo hidratado, evitando bebidas alcohólicas y bebidas con cafeína o mucho azúcar. Asegúrate de que niños y ancianos también beben líquido en cantidad suficiente.
- Protégete del sol y evita la exposición en las horas centrales del día para prevenir los golpes de calor. Usa gafas de sol, sombrero y ropa fresca, de color claro y ligera y busca la sombra. Y recuerda que la mascarilla no protege de las radiaciones solares, así que aplícate en toda la cara un fotoprotector de factor alto, incluso aunque no vayas a tomar el sol. Si empleas gel hidroalcohólico o te lavas las manos, vuelve a ponerte protección solar en esa zona de manos y muñecas para prevenir manchas y quemaduras.
- Permanece atento a la salud de las personas mayores y/o con patologías previas (como enfermedades cardiovasculares o respiratorias), ya que son las más vulnerables tanto al calor como a las complicaciones derivadas de la COVID-19. Contacta con el médico si presentan síntomas como calambres, dolor de cabeza, mareos, náuseas o fatiga, compatibles con un golpe de calor
- Protégete también de las picaduras de mosquitos. En las zonas de mayor riesgo, usa ropa ligera que cubra toda la piel (preferentemente de color claro), mosquiteras por la noche y aplícate repelentes de mosquitos. Si vas a viajar, consulta a tu médico, centro de enfermedades tropicales o farmacéutico acerca del repelente más apropiado para cada región. Lleva encima también un producto para después de las picaduras.
- Utiliza calzado adecuado a tus pies para prevenir la aparición de rozaduras, callos o ampollas y el sudor excesivo. También es fundamental secar e hidratar bien los pies y, en piscinas o zonas comunes, utiliza escarpines o chanclas para evitar la proliferación de hongos
- No te dejes puesto el bañador húmedo y cámbialo por ropa seca después del baño. La humedad en la ropa favorece el crecimiento de las bacterias que provocan la cistitis o infección del tracto urinario
- Los meses de verano constituyen una época especialmente crítica en cuanto a las intoxicaciones alimentarias, porque las altas temperaturas favorecen el desarrollo de microorganismos, y además en esta época hay una mayor tendencia a comer fuera de casa. Por ello, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, recomienda la observación de estas normas, basadas en las Reglas de Oro para la preparación higiénica de los alimentos de la Organización Mundial de la Salud. La adopción de estas sencillas precauciones evitará numerosas enfermedades provocadas por una inadecuada manipulación o conservación de los alimentos.
- Prepara un botiquín con los productos esenciales y tu medicación habitual. No puede faltar en tu equipaje un termómetro digital, medicamentos para la fiebre y/o el dolor, antihistamínicos, material de cura (como gasas esterilizadas, apósitos, y un producto antiséptico), medicación contra el mareo, y medicamentos para el alivio de dolencias leves a nivel digestivo como acidez, digestiones pesadas, estreñimiento y diarrea, así como productos para rehidratación en sobres. Si eres paciente crónico, debes preparar tu medicación habitual con las dosis suficientes, ya que según el destino puede no ser fácil conseguir determinados medicamentos, y no olvides tampoco la receta de tu médico. Este año habrás de incluir también mascarillas suficientes para toda la familia y gel hidroalcohólico. En la farmacia te podemos ayudar a preparar este botiquín de viaje y asesorarte sobre las precauciones que habrás de tener al exponerte al sol con la toma de determinados medicamentos.
Y recuerda que las farmacias en verano siguen cuidando de ti. Vayas donde vayas de vacaciones, La Cruz de la Farmacia No Se Apaga.
Fuente: Cinfa, IM Farmacias