Se acerca la época en que empezaremos a disfrutar del sol y somos conscientes de la necesidad de hacerlo convenientemente protegidos frente a sus radiaciones, pero puede que nos pase que nos ponemos delante de todo el abanico de posibilidades para elegir el protector solar que mejor se adapte a nuestras circunstancias y nos asalta un mar de dudas ante tanta oferta, y acabamos eligiendo el que más nos atrae por su diseño o incluso por precio.

De ahí la importancia de escoger un establecimiento donde podamos recibir un asesoramiento adecuado acerca de lo que nos conviene. No obstante hoy te damos unas recomendaciones para elegir el fotoprotector que mejor se adapta a tus particularidades.

Hemos oído hablar muchas veces del factor de protección solar o del SPF pero nos paramos un momento a recordar su significado: se define como un valor de multiplicación del tiempo necesario para sufrir lesiones en la piel por efecto del sol. Es decir, si usamos un fotoprotector de SPF 30, estamos multiplicando por 30 el tiempo que el sol necesitaría para producirnos una quemadura.

Elegir el protector solar: Fototipo y Radiación UV

El primer paso es tener en cuenta el índice de radiación ultravioleta, que se clasifica de nivel 0 a nivel 10 o superior, y el fototipo de la persona, que se numera del 1 al 6.

En España el índice de radiación UV está en torno al 8, y es de riego muy alto durante el verano. Puede consultarse la predicción de radiación en este enlace de la AEMET.

En cuanto al fototipo, los más comunes son el III y el IV, que se caracterizan por conseguir un bronceado relativamente rápido y en donde no suele existir un riesgo de quemadura solar para una exposición moderada. Los efectos de la radiación ultravioleta del sol sobre cada fototipo es distinto, de ahí que sea fundamental tenerlo en cuenta a la hora de elegir el protector solar.

Los fototipos I-II deben usar un fotoprotector con el número de Factor de Protección Solar (FPS) más alto.

Es importante tener en cuenta también que no debe usarse el fotoprotector que nos quedó del verano pasado. Por las circunstancias en que son empleados, están normalmente expuestos a un calor y a una humedad excesivos que pueden hacerles perder sus propiedades organolépticas e incluso su capacidad protectora. (Aprovechamos para recordar que en realidad nunca debería sobrar, ya que lo ideal es proteger la piel de las radiaciones solares durante todo el año, sobre todo en nuestras latitudes).

Elegir el protector solar en circunstancias especiales

Como curiosidad, si empleas también un repelente de mosquitos cuando te expones al sol, ¿lo aplicarías antes o después del fotoprotector? Pues lo adecuado es aplicar primero sobre la piel el fotoprotector y después el repelente, porque a la inversa la efectividad del repelente puede perderse.

¿Y qué ocurre si quieres ir maquillada? Pues que no es excusa para no aplicarte también el fotoprotector. Existen múltiples opciones, como usar un protector solar en polvo que puedas reponer cómodamente sobre tu maquillaje o usar una crema solar con color como base de maquillaje. En este enlace puedes consultar otras opciones

Es importante también hacer saber al farmacéutico antes de la recomendación si la piel tiene alguna otra particularidad, es decir si se trata de una piel sensible, si padece de rosácea, psoriasis, piel atópica, etc, pues hoy día existen muchas marcas que ya han incorporado a su vademécum productos específicos que incluyen en su formulación componentes y texturas adecuados para estas singularidades.

De la misma forma, también debes tener en cuenta si tomas algún medicamento y asesorarte sobre su capacidad fotosensibilizante antes de elegir el protector solar.

Es un hecho que hay importantes diferencias entre las pieles de ambos sexos, que deberán considerarse también. El hombre tiene distintas necesidades y distintos gustos.

Para acabar, compartimos este enlace que te ayudará a entender la simbología de los fotoprotectores

Consúltanos cualquier duda en la farmacia, ¡estaremos encantados de asesorarte! Y a disfrutar del sol, ¡es fuente de vida!